2018 Suzuki Swift Sport

2018 CarloS Quevedo & Drive-My

La firma japonesa nos sorprende con la introducción de la variante más rabiosa del Swift; su título de Sport lo defiende como nunca frente a una selecta y exigente clientela.


MÁS CANDELA


2018 Suzuki Swift Sport

 

2018 Suzuki Swift Sport


Una sorpresa ocurre cuando algo que deseamos mucho llega antes de lo esperado. Así puede resumirse la reciente introducción del Suzuki Swift Sport en las vitrinas nacionales, una versión orientada hacia el desempeño dinámico, que despierta curiosidad entre los amantes de los célebres hot-hatchs. Construido sobre la misma plataforma del reciente Swift, la variante Sport recibe sustanciales cambios cosméticos y mecánicos.

Por fuera, el soporte central de la parrilla y la zona inferior de la segunda fascia, presumen una terminación superficial que emula fibra de carbono, realizado en un plástico que le confiere una fidelidad visual interesante. El resto del primer volumen no presenta mayores cambios. Y la zaga tampoco, salvo la ubicación de las dos salidas de escape, con puntas redondas de gran tamaño que marcan una sutil diferencia respecto al Swift normal. Al costado sobresale el anagrama en la zona inferior de las puertas con la leyenda Boosterjet, mientras en el poste C destaca un kanji que simboliza poder. Discretas pero efectivas maneras de marcar la distancia estética de este nuevo Suzuki.

Por dentro, también hay mejoras. Por ejemplo, la minipantalla flanqueada por los dos grandes relojes analógicos de corte retro –léase tacómetro y velocímetro–, ahora dispone de colorida iluminación y ofrece más variables informativas para el conductor: nos permite saber el rendimiento del combustible y su autonomía; el rendimiento contra el tiempo de conducción; un cronómetro; un reloj analógico; un sensor de fuerzas Gs; un gráfico animado doble que representa la entrega de potencia y torque (par-motor); un combinado de barras que simbolizan aceleración y frenado; y el estatus de la presión de soplado del turbocargador también mediante un gráfico animado, acompañado de la presión del aceite del motor. Mucha información que siempre agradece el proclive a las cifras como referencia de experiencia vivencial.

Si hablamos de los interiores, sobresalen los detalles en rojo en toda la cabina, desde los insertos en tablero y puertas, los relojes con fondo bermellón, pasando por los ribetes carmesí de los asientos tipo cubeta hasta los detalles del volante, palanca de velocidades y el embebido del logo Sport en el respaldo. Toda una ambientación deportiva.


2018 Suzuki Swift Sport rear view

 

2018 Suzuki Swift Sport rear view


Corazón mayor

Una de las cartas fuertes de esta variante deportiva es el motor. Recurre a un cuatro cilindros, cuyo desplazamiento de 1.4 litros significa un incremento porcentual del 40% respecto al 1.0 l. Sin embargo, no es un cilindro extra la diferencia, también la carrera del pistón gana unos 2.5 mm, que si bien no parece mucho, cuando el motor gira a regímenes superiores a las 3,000 rpm ya representan un aporte significativo de parmotor. Eso queda mejor explicado en las cifras oficiales de potencia y torque: 138 HP y 230 Nm (170 lb-pie), contra los 110 HP y 170 Nm (125 lb-pie) del tricilíndrico.

Notable ganancia, sobre todo si consideramos que el peso final todavía queda por debajo de la tonelada (975 kg en báscula). Toda esta energía es administrada por una efectiva transmisión manual de seis escalones, que permite –casi exige–, una manipulación de tintes velocistas. Ayuda mucho su escalonamiento corto y un mecanismo de inserción casi intuitivo; todo suma para que practiquemos una conducción expedita sin problemas.

Dada su talla subcompacta, el mejor ambiente para lucirse son las curvas re viradas de cualquier montaña. El empuje del turbocargado empieza a notarse desde las 2,500 rpm pero su mejor entrega ocurre entre las 3,000 y 5,000 vueltas, estirando un poco más ese trabajo unas 500 más; si nos obsesionamos con los 6,000 giros, el motor ya pierde brío. De hecho, la zona roja inicia en las 6,200 rpm pero ya no reporta ventaja alguna alargar tanto la velocidad de giro del 1.4 l. En cuanto a su comportamiento, el Swift luce ágil, brioso y hasta un tanto nervioso.

Si bien la suspensión califica de firme y filtra bien la mayoría de las desigualdades, el segundo eje tiende a colear un poco en frenadas fuertes o cambios bruscos de rumbo. Y la tendencia al subviraje se le da naturalmente, en parte por la inmediata erogación del par-motor y otro tanto por la afinación del chasís, así como una dirección no tan fiel a nuestras órdenes; una actitud protectora como buen nipón.

Pese a ello, la conducción en vías rápidas de mediana exigencia, con giros y cambios de dirección constantes, resulta muy divertida sin caer en estresante, porque el empuje del cuatro cilindros en combinación con la prontitud de la caja y los pedales que facilitan un punta-tacón sin problemas, y el excelente soporte de los asientos de la primera fila, vuelven la experiencia en una inmersión de rapidez y eficacia que solo un hothatch bien afinado puede entregar.

Quizás el único elemento a optimizar son los frenos pues no poseen un mordiente más preciso; sin embargo, observan buena resistencia al castigo y las distancias son decorosas. Y curiosamente, el turbocargado puede ser muy ahorrativo si nos lo proponemos, basta con admirar nuestros registros. Pero si nos gus ta apurar en todo momento, el gasto de combustible se dispara. Así es este tema; más diversión, más gasolina.


2018 Suzuki Swift Sport interior

 

2018 Suzuki Swift Sport interior


Conclusión

Por un precio sobre los 310 mil pesos, hablamos de un subcompacto con muchas cartas vencedoras. Si bien no es el ideal para la ciudad, para el que goza de la velocidad en vías rápidas y exigentes es una alternativa muy atractiva. Además, si somos algo más veteranos, notaremos que el calificativo Sport le queda casi perfecto a este Swift. Porque el equipamiento cumple sin mayores alardes ni agregados electrónicos.

Hay seis bolsas de aire y ESC de serie pero no tantas amenidades como en otros coches de este talante dinámico, lo que le da un aire más que simple, purista, ideal para los que aman la conducción velocista antes que una larga lista de extras y lujos innecesarios. Así que si tienes considerado darte un capricho no tan caro pero divertido y que encima sea útil para uso diario, este Suzuki debería ser tu elección.

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